La cosa no
va mal, pero… ¿va bien? ¿cómo saber si una situación en la que estás inmerso,
por ejemplo, una relación de pareja o un trabajo es algo que te conviene? Lo
planteo porque la tendencia humana a acomodarse en lo que sentimos correcto
hace que perdamos la perspectiva en ocasiones.
Una
característica de las relaciones o situaciones permanentes no satisfactorias es
la desconexión
o el adormecimiento, un mecanismo de defensa cerebral muy útil… pero
para la supervivencia, no para sentirse plen@.
Te puede
servir un sencillo ejercicio que ya definimos en otra entrada: haz una
descripción de tu “Mejor Yo”, cómo quieres ser o estar de aquí a dos o tres años.
En todas las áreas: social, laboral, afectiva, imagen personal, etc. Se
exhaustiv@ a más no poder. Sin miedo a ser ambicioso, ni a los
"imposibles", deja volar tu imaginación.
En tu
situación de pareja o laboral actual… ¿Eres esa imagen? ¿Consigues ser la mejor
versión de ti mism@? Si la respuesta es no y además se acompaña de cierto
aletargamiento… cómo mínimo ha llegado la hora de revisar esa situación o
relación.
Porque una
relación adecuada es aquella en la que puedes seguir aspirando a ser la mejor
versión de ti mism@.
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